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Tipos de contaminación acústica más habituales en obras y actividades industriales

Tipos de contaminación acústica

Según el Ministerio para la Transición Ecológica, la contaminación acústica es la presencia en el ambiente «de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medioambiente«.

De forma más sencilla, podríamos definir la contaminación acústica como un exceso de sonido que altera las condiciones normales de un ambiente pudiendo afectar a la calidad de vida y a la salud de las personas. Algunas de las fuentes de contaminación acústica habituales son los medios de transporte (coches, tres, metro, autobús, etc.) y el tráfico, la construcción, las obras, la industria y las aglomeraciones de personas.

¿Cómo se mide el ruido y cuándo se considera contaminación acústica?

Un sonido es un fenómeno físico que consiste en la alteración mecánica de las partículas de un medio elástico provocada por un elemento en vibración y que provoca una sensación auditiva. Cuando este sonido es inarticulado, sin ritmo ni armonía y confuso, se considera ruido. Dependiendo de la intensidad, la frecuencia, el tiempo de exposición, las características y la actividad y las expectativas del receptor, la percepción del sonido como ruido será diferente.

El ruido, como fenómeno físico, puede medirse gracias a un instrumento llamado decibelímetro y  que emplea como unidad de medida el decibelio. Los decibelios (dB) miden la presión sonora, que es la cantidad de energía del sonido por unidad de tiempo. El sonido tiene, además de la presión, otras dos propiedades:

  • La intensidad acústica (cantidad de energía sonora transmitida en una determinada dirección).
  • La potencia sonora (cantidad de energía radiada por una fuente determinada).

En los seres humanos el umbral de audición se encuentra en el 0 dB y el umbral de dolor en los 130 dB. De forma básica podemos considerar:

  • Ambiente acústico tranquilo, por ejemplo, voz baja. (40 dB o menos).
  • Ambiente tranquilo, por ejemplo, voz alta. (50 dB).
  • Ambiente moderadamente tranquilo, por ejemplo, una televisión encendida (60 dB).
  • Ambiente ruidoso, por ejemplo, una calle con tráfico fluido (70 dB).
  • Ambiente muy ruidoso, por ejemplo, una zona con tráfico elevado y atascos (80 dB).
  • Ambiente insoportable, por ejemplo, zona con tráfico pesado, alteración sonora por paso de camiones o aviones, etc. (90 dB).
  • Ambiente perjudicial, por ejemplo, aquel que está contaminado por la industria pesada (110 dB o más).

Hablamos de contaminación acústica en los últimos tres casos, cuando estos ruidos intensos e insoportables son provocados por la realización de obras o el uso de maquinaria  industrial (grúas, taladros, etc.) que aumenta, muchas veces de manera incontrolada, los decibelios en diferentes ambientes. Esto es lo que se llama contaminación acústica artificial.

Tipos de ruidos habituales en la industria

Las interferencias sonoras son uno de los tipos de contaminación acústica más problemáticos en los entornos industriales. Esto ocurre cuando los elevados niveles sonoros dificultan las conversaciones entre trabajadores, poniendo en riesgo la coordinación o la interpretación de órdenes y dando lugar a situaciones de riesgo y accidentes.

Por otra parte, y debido a su naturaleza, en la industria pueden darse ruidos impulsivos difíciles de controlar. Estos ruidos se caracterizan por presentar más de 40 dB de manera continua superando los 130 dB en cuestión de segundos.

Los ruidos habituales en obras e industria son:

  • Continuos. Ruidos de fondo como ventiladores, bombas o equipos de procesamiento.
  • Intermitentes. Provocados por máquinas que operan en ciclos.
  • Impulsivos. Ruidos originados por impactos o explosiones de martinetes, troqueladoras, etc..
  • Ruidos de baja frecuencias.  Enérgicos, de  carácter continuo y de frecuencia amplia. Es el ruido típico de motores de diésel de barcos y trenes, y de las plantas de energía.
  • Ruido tonal. Se producen por un desequilibrio o impacto repetido que causa vibraciones continuas y con un tono determinado. Es el caso de máquinas rotativas, motores, cajas de cambios o ventiladores.

Efectos de la contaminación acústica

La contaminación acústica es uno de los tipos de contaminación más estresantes y puede provocar graves problemas de salud. Los más conocidos son alteraciones del sueño, hiperirritabilidad, trastornos en la capacidad de atención y de memorización y alteraciones del sistema nervioso, cardiovascular, hormonal y digestivo.

Las personas que trabajan en un ambiente laboral contaminado acústicamente manifiestan pérdida de oído interno progresiva y disminución de audición con el paso de los años. En entornos industriales, las explosiones, impactos y ruidos elevados, incluso de corta duración, también pueden provocar daños irreparables en el oído de los trabajadores.

La intensidad del sonido es el principal factor que determina los daños de la contaminación acústica, provocando molestias entre 50 y 90 dB, daños permanentes fisiológicos y psicológicos entre 90 y 130 dB, y daños físicos irreparables a partir de 131 dB.

¿Qué dice la ley sobre los tipos de contaminación acústica?

La Ley del Ruido del año 2003 es el instrumento normativo de ámbito nacional para prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica. Su objetivo final es evitar daños a la salud humana, a los bienes y al medioambiente. Según esta normativa, las molestias de los ruidos domésticos son competencia de los Ayuntamientos y de las Comunidades Autónomas. Por encima de todos ellos y para ruidos industriales y urbanos, se aplicará la Directiva 49/2002 de la Unión Europea.

Respecto a los entornos laborales, en 1986 la Unión Europea promulgó un Decreto, de obligado cumplimiento desde 1990, para minimizar el impacto acústico en el entorno laboral. Esta revisión se hace en el artículo 7 de dicha directiva europea, donde se dispone que en todos los puestos de trabajo que superen 90 dB el empresario está obligado a analizar las causas por las que se supera este nivel y a proponer las medidas técnicas oportunas. En nuestro país esta norma está incluida en el Real Decreto 1316/89 sobre protección auditiva de los trabajadores.

Además, el Código del Ruido recoge todas las leyes de nuestro país que hablan de la contaminación acústica y de sus efectos no solo para las personas, sino también para los animales y ecosistemas.

Por último, en España también existe el Sistema Básico de Información sobre la Contaminación Acústica (SICA). El SICA, dependiente del Ministerio de Transición Tecnológica, es una base de datos con toda la información relativa a la contaminación acústica y a los planes de acción para su reducción.

La lucha contra la contaminación acústica es compleja ya que, aunque no siempre es fácil de detectar, está muy presente en nuestro día a día. ¿Necesitas un certificado acústico? ¿Quieres controlar y gestionar todo lo relativo al impacto acústico de tu obra o proyecto? ¿Buscas reducir los niveles de contaminación acústica de tu empresa y no sabes cómo hacerlo?

En Ingeniería CA&CCA realizamos diferentes tipos de estudios acústicos, evaluamos los agentes que provocan este tipo de contaminación y planteamos soluciones y planes de desarrollo. ¡Contacta con nosotros!

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